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Cómo reformar una cocina: ideas y consejos

Cómo reformar una cocina: ideas y consejos

La reforma de la cocina

Una cocina de alta calidad, en cuanto al mobiliario, puede durar en buen estado 20 o 30 años; dicho esto, en cambio, los electrodomésticos no sólo tienen una vida útil mucho más corta, sino que, con el paso del tiempo, se quedan «obsoletos» y entonces, aunque nuestra cocina siga estando en excelentes condiciones, es muy natural que al cabo de diez o quince años, visualmente no nos satisfaga del todo, porque los gustos y las tendencias en mobiliario han cambiado, y ya no nos satisface del todo, porque los gustos y las tendencias de los muebles cambian de año en año, al igual que los hábitos de vida.

El deseo de renovar las habitaciones de tu casa es, por tanto, absolutamente comprensible, sobre todo si hablamos de una habitación como la cocina, que es, de hecho, uno de los espacios más vitales y utilizados de un hogar. Es un entorno íntimo y familiar, aquel al que más que ningún otro asociamos la idea de «hogar», también en virtud de los olores y recuerdos que despierta en cada uno de nosotros.

Si  has decidido que ha llegado el momento de revisar la distribución de tu cocina, Reformas Excelent, empresas reformas en Madrid te ofrece consejos para hacerlo de la mejor manera posible, porque, aunque no lo parezca, hay muchas cosas que decidir y las implicaciones prácticas y estéticas son innumerables, por lo que conviene sopesar bien cada elección, para no tener que arrepentirse, ¡al menos durante los próximos 15-20 años!

La reforma de la cocina


Primer paso: centrarse en el estudio del espacio

En las reformas de cocinas, lo primero que hay que hacer es un estudio preciso y detallado de las estancias que se quieren reformar, para poder representarlo todo gráficamente.

Lo importante es marcar de forma precisa y correcta la presencia de cualquier ventana o puerta, con su dirección de apertura, así como la de los nichos o salientes, y después hay que anotar la posición de las conexiones de gas y agua, el desagüe de esta última y todas las llamadas «tomas de corriente», es decir, las dedicadas a los aparatos de gran potencia, las tomas de luz y los puntos de iluminación.

Sólo reuniendo toda esta información podrás comprender, en primer lugar, cómo deseas distribuir los distintos elementos en el espacio y, a continuación, si es factible y a qué precio.

Atención pues, porque hoy en día, a diferencia de lo que ocurría en el pasado, cuando hablamos de cocina nos referimos a menudo no a un espacio cerrado y separado, sino a una porción de espacio abierta al salón, la llamada cocina americana, e incluso esto puede causar algunos problemas más porque también hay que relacionar funciones y mobiliario que no forman parte de la cocina propiamente dicha.

centrarse en el estudio del espacio


Segundo paso: saber cuánto se puede gastar y hasta qué punto se quiere intervenir

Una vez que seas consciente de lo que teóricamente podrías hacer con el espacio del que dispones, ha llegado el momento de asumir la realidad de la situación y establecer un presupuesto para dedicar a la renovación de la cocina: sólo así podrás saber cómo y hasta qué punto merece la pena intervenir.

De nada sirve engañarse pensando que se puede comprar una cocina nueva con isla central si sólo se dispone de unos pocos miles de euros; en este caso será mejor buscar un compromiso para que el resultado final se acerque lo más posible a lo que se desea.

Si no tenemos ningún problema en particular, la solución más sencilla es, obviamente, cambiarlo todo: desechar la vieja cocina y sustituirla por una nueva con electrodomésticos de última generación, e incluso colocar un nuevo suelo y un nuevo revestimiento en las paredes.

Así que vamos a ver cómo hacerlo, pero también vamos a tratar de entender lo que puedes hacer como alternativa si quieres limitar tus gastos.


Tercer paso: la disposición óptima

Si has optado por un cambio radical, a no ser que hayas decidido rehacerlo todo desde cero (incluidos los electrodomésticos, las paredes y el suelo), ha llegado el momento de encontrar la distribución ideal para tu nueva cocina.

Para ello, deberás tener en cuenta el espacio disponible, su forma, su altura, los huecos presentes y las posiciones y el número de enchufes y tomas de corriente existentes.

En muchos casos se opta por las clásicas soluciones en línea, es decir, las que se desarrollan en una sola pared, que son discretas y por ello se adaptan perfectamente para ser insertadas tanto en habitaciones rectangulares como en salones, pero en realidad hay muchas posibilidades y no hay que descartar ninguna a priori.

También hay cocinas con paredes equipadas opuestas, modelos en forma de L o de U, en las que, sin embargo, hay que tener cuidado para calibrar las dimensiones totales y el espacio disponible para su uso; entre las soluciones más modernas, es fácil encontrarse con soluciones de isla o península, que son realmente bonitas y pintorescas, pero que se recomiendan sólo para quienes tienen espacios grandes y abiertos.

la disposición óptimaPor otro lado, también hay muchas cocinas mínimas y ultracompactas, pensadas para quienes necesitan minimizar el desperdicio de espacio.

Independientemente de todo, es fundamental prestar mucha atención a la disposición de los elementos en el espacio y, sobre todo, a la relación recíproca que existe entre ellos, porque de ello depende la practicidad y funcionalidad de una cocina.

Por ejemplo: El lavavajillas debe colocarse siempre debajo del fregadero o, si no es posible, al menos en las inmediaciones del mismo, para que los platos, vasos, ollas y cubiertos puedan aclararse directamente en la cesta sin que «goteen» por todas partes de camino al lavavajillas;

Del mismo modo, el fregadero y la placa de cocción deben estar cerca el uno del otro, pero no directamente adyacentes, para que haya poca distancia, pero al mismo tiempo para separar el agua y el fuego mediante una encimera de servicio, que sirva de base de apoyo y de trabajo; el frigorífico no debe colocarse nunca al lado del horno y la cocina, y así sucesivamente…

A la hora de diseñar una cocina, los expertos tienen en cuenta el llamado «triángulo de trabajo»: es decir, en toda cocina hay tres zonas funcionales, una dedicada a la cocción, otra al lavado y otra para la despensa y la preparación de alimentos, y éstas deben estar estratégicamente situadas, siguiendo unas reglas precisas, para garantizar un uso óptimo y que la distancia entre los tres electrodomésticos que simbolizan las tres funciones mencionadas.

Todo parece sencillo y obvio, pero en realidad no lo es, por lo que el consejo es que busques la ayuda a una empresa especializada en reformas que sepa orientarte de la mejor manera posible.


Por último: cuida cada elección, hasta el último detalle

Ahora que ya tienes un esquema de distribución, no pienses que lo más importante está hecho, porque lo mejor está por llegar y aún quedan muchas decisiones por tomar.

En primer lugar, hay que empezar por establecer qué estilo preferimos y cuál nos representa más, porque esto jugará un papel importante en la elección de los materiales, los acabados, los detalles y los colores de la cocina de nuestros sueños.

Puede ser clásica, hipermoderna, campestre, rústica, shabby, étnica, vintage, lo que prefiramos.

En función de esto y del efecto que quieras conseguir, tendrás que elegir los materiales y acabados de los muebles de tu nueva cocina: madera, pero no sólo, también cristal, acero, materiales poliméricos o gres.

Y luego, hay innumerables preguntas que hacerse. Color: ¿pero cuál? ¿Superficies naturales y crudas, mates, o brillantes y lustrosas? ¿Limpieza y rigor, líneas rectas o curvas con perfiles sinuosos y adornos? ¿Elementos suspendidos o apoyados en el suelo? ¿Muebles murales clásicos o configuraciones más modernas y ligeras?

Además, la elección de la encimera y los electrodomésticos (ya sean independientes o empotrados) son pasos fundamentales que influyen en el éxito del conjunto, tanto a nivel estético como práctico.

Por último, como en cualquier otra estancia de la casa, también en la cocina, a menudo son los detalles los que marcan la diferencia y determinan el verdadero éxito del conjunto.

En este sentido, hay que prestar atención a la elección de los tiradores (si los hay), pero también a todos aquellos accesorios que quedan a la vista, como el toallero de papel, los colgadores para los delantales y los de los utensilios, pero también a la elección de las estanterías, a los posibles adornos de la pared, como cuadros, pizarras o relojes y a todo lo que queda a la vista, desde los pequeños electrodomésticos, como la cafetera, hasta las balanzas, pasando por los tarros, las botellas, etc.

cuida cada elección, hasta el último detalle


Soluciones económicas para renovar una cocina

Si bien es cierto que renovar por completo una cocina puede significar estar dispuesto a invertir sumas considerables de dinero, también es cierto que un restyling, que aporte un soplo de aire fresco a nuestras estancias sin transformarlas radicalmente, es ciertamente posible y puede hacerse de forma rápida e independiente, conteniendo no sólo los costes sino también las molestias.

También desde este punto de vista hay varias opciones viables: lo único que tiene que hacer es calcular cuánto está dispuesto a gastar y qué es lo que ya no le satisface realmente de su antigua cocina, y luego elegir las obras que considere más adecuadas y más importantes.

Nunca como en este caso se puede dejar nada al azar: incluso la cocina más nueva y bonita puede parecer anónima y pasar desapercibida si no se realza adecuadamente el «contorno», al igual que una cocina antigua, un poco vivida, puede ser «revalorizada» y embellecida con pequeñas intervenciones o incluso siguiendo sencillos trucos, como rediseñar la iluminación, personalizarla con decoraciones en las puertas o insertar elementos con carácter.

Por ejemplo, también puedes decidir sustituir sólo los armarios altos, eligiendo una composición más moderna y ligera en comparación con los antiguos armarios de altura completa con puertas, optando por armarios abiertos; o puedes comprar nuevos electrodomésticos y sustituir la encimera, apostando quizás por un color muy diferente al que tenías anteriormente y por elementos de alta tecnología.

A veces basta con cambiar el color y el estilo de su cocina para sentirse más que satisfecho con el cambio y esto puede hacerse de forma muy sencilla, de varias maneras.

Si tienes una cocina antigua de madera maciza, puedes ponerte en contacto con un carpintero para que le pinte las puertas, eligiendo quizás un color completamente distinto al de la madera, un bonito rojo moderno y brillante, o simplemente optando por el blanco, que hará que la cocina no sólo sea más moderna, sino también más luminosa y espaciosa.

Siguiendo con el tema del color, en algunos casos repintar las paredes, quizás optando por un color, un acabado o un tratamiento concreto puede marcar la diferencia. Hoy en día, en la mayoría de los casos, los antiguos azulejos que cubren completamente las paredes de la cocina, a menudo casi a toda altura, son realmente obsoletos y un poco tristes.

La iluminación también puede marcar la diferencia: cambiar las lámparas, pero sobre todo el tipo de iluminación, puede suponer un cambio radical en la habitabilidad de la habitación.

Como habrás comprendido, hay innumerables formas de dar a su vieja cocina una cara completamente nueva, así que no lo dudes: si lo que ves ya no te satisface, significa que ha llegado el momento de hacer algo para cambiar las cosas.

Realiza un estudio, fija un presupuesto y, a continuación, ponte en contacto con un profesional que te asesore sobre la mejor manera de satisfacer sus deseos sin gastar una fortuna.

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