Cuando el calor invita a compartir y la cocina pide soluciones prácticas, la empresa ofrece una alternativa irresistible llevando a la mesa el auténtico sabor de la carne bien hecha, con la garantía de una marca de confianza. Brocheta de pollo adobado, pollo al limón o pincho de jamón adobado son opciones ideales para triunfar en la parrilla, la sartén o el horno, y disfrutar con toda comodidad de almuerzos rápidos, barbacoas improvisadas o cenas
Cuando sube la temperatura, la mesa se llena de amigos, risas y platos para ser compartidos sin complicaciones. En ese escenario, Emcesa demuestra por qué es un referente de la alimentación, ofreciendo carnes que encajan con cada plan, cada paladar y en momentos improvisados.
La gama de pinchos y brochetas de Emcesa es la mejor aliada para quienes buscan sabor y calidad sin perder demasiado tiempo, ni renunciar a la frescura. Desde la clásica brocheta de pollo adobado, pasando por la brocheta de pollo al limón o la brocheta de jamón marinada, hasta llegar al pincho de jamón en adobo andaluz o el pincho de jamón adobado, cada bocado es una celebración sencilla, llena de matices y lista para su consumo en pocos minutos.
Emcesa entiende que en verano cocinar debe ser fácil y, sobre todo, apetecible. Por eso, sus productos están pensados para triunfar tanto en una parrilla con amigos, como en un almuerzo rápido entre semana, o también en una cena improvisada que no deje de sorprender. Basta con encender la plancha, la parrilla o el horno y dejar que el olor y el sabor hagan el resto.
Detrás de cada pincho y brocheta hay décadas de experiencia, cortes de carne de primera calidad y marinados equilibrados que realzan la jugosidad sin artificios. Cada pieza se prepara bajo estrictos estándares de control y trazabilidad para garantizar un producto fresco, seguro y delicioso, fiel al compromiso de Emcesa con la calidad.
De la parrilla a la mesa
La clave de todo ello está en la versatilidad. Los pinchos y brochetas de Emcesa se adaptan a cualquier tipo de comida: funcionan igual de bien tanto como plato principal en una barbacoa familiar que como aperitivo para abrir el apetito en una noche de tapas. Combinados, además, con ensaladas frescas, verduras asadas, pan rústico o salsas caseras dan cada vez un toque diferencial a su consumo.
Un pincho Emcesa no es solo carne: es una excusa válida y una ocasión sin igual para reunirse y compartir con familiares o amigos. Es el inicio de conversaciones, anécdotas y recuerdos que evocan y «saben» a verano.
«Para Emcesa, la carne no es solo un alimento más, sino que es parte de la vida cotidiana de miles de familias, que confían en nuestra experiencia y nuestro saber hacer. Queremos que nuestros pinchos y brochetas estén siempre en el centro de esos momentos únicos, sin complicar la cocina ni renunciar al sabor», explica Javier Mancebo, director general de la compañía.
En un mercado que valora la comodidad sin sacrificar la calidad, Emcesa mantiene su apuesta por la excelencia y la tradición, adaptándose a nuevos hábitos de consumo. Comer bien ya no significa tener que pasar horas en la cocina, ni renunciar a la calidad cuando falta tiempo. La fórmula es más sencilla: productos sabrosos, fáciles de preparar y siempre versátiles, con la tranquilidad de saber que detrás hay una marca de confianza.
Por todo eso, este verano, la mesa se llena de opciones y de buenos momentos. Pinchos adobados, brochetas artesanas y marinados equilibrados: la carne que va con todo. Con Emcesa, basta con abrir el paquete, encender la parrilla y dejar que el olor y el sabor hablen por sí solos. Porque cuando la carne es buena, la vida sabe mejor.