2025 ha sido un año particularmente revelador para Larrosa. No solo porque la compañía ha ampliado su presencia internacional, sino porque ha confirmado algo que venía insinuándose desde hace tiempo: que la música, la tecnología y el capital ya no pueden entenderse como universos independientes. Bajo la visión estratégica de su CEO, Cristian Larrosa, la compañía ha decidido situarse justo en ese punto de encuentro, donde nacen las ideas que transforman a las industrias creativas
Dubái: una puerta abierta a nuevas alianzas y un cambio de escala
La apertura de la nueva sede en Dubai ha sido uno de los hitos más claros de esa transición. En un mercado que se está convirtiendo en nodo global de inversión cultural y tecnológica, la compañía ha instalado un punto estratégico desde el que gestionará una cartera superior a los 15 millones de euros en activos musicales y tecnológicos. Más allá de la cifra, este movimiento representa un cambio de escala: Larrosa deja de mirar la internacionalización como una meta y la incorpora como parte natural de su operación diaria.
La llegada de Steve Bunyan al equipo refuerza esa ambición. Su perfil, orientado a la relación con fondos internacionales y a la gestión de operaciones complejas, consolida el aterrizaje de Larrosa en un ecosistema donde las oportunidades surgen al ritmo de la innovación y la inversión extranjera. La compañía ya no solo participa del futuro de la industria: está ayudando a construirlo.
Wolfie: cuando la inteligencia artificial deja de ser promesa y se convierte en herramienta
Si la expansión geográfica marcó el rumbo, la expansión tecnológica marcó el ritmo. Wolfie, la suite de IA creada por Larrosa, dio un salto decisivo este año. Con una experiencia de usuario completamente renovada y acceso limitado solo por invitación, la plataforma evoluciona como un espacio de trabajo profesional para quienes necesitan respuestas rápidas, precisas y especializadas.
Ahora Wolfie funciona con asistentes, cada uno con funciones específicas diseñadas para profesionales de la industria. Actualmente, los asistentes disponibles son:
- Creatividad, con funciones como la creación de imágenes, creación de letras, continuación de letras.
- Marketing, con funciones como la elaboración de un plan de marketing, publicaciones para redes sociales, pitch para Spotify, one sheet para artistas.
- Legal, perfecto para la revisión de contratos, redacción de contratos, valoración de catálogos.
- Eventos, específicamente creado para la recomendación de lugares, optimización de fechas, facilitador de reservas.
Entre ellos, destacan los asistentes más utilizados por los usuarios profesionales: Marketing, por su rapidez para generar estrategias accionables, y Legal, por su precisión en la revisión y elaboración de documentos contractuales.
Con estas mejoras y con nuevas funciones como el análisis de audio —incluida la detección de música generada por IA—, Wolfie se consolida como mucho más que software: es un entorno operativo diseñado desde el conocimiento real del sector.
ArtSigna: tecnología para proteger lo que de verdad importa
En paralelo, ArtSigna ha seguido creciendo como una de las apuestas más sólidas en materia de certificación musical. Su uso de blockchain para registrar obras y garantizar la trazabilidad de derechos abre una vía hacia un modelo más transparente, más seguro y más conectado con las necesidades reales de los creadores.
En un momento en el que la propiedad intelectual se reinventa, la participación de ArtSigna en futuras integraciones con sociedades de gestión apunta a una transformación silenciosa pero profunda.
Rose Talent: un año de escenarios, aplausos y presencia global
Del lado artístico, la historia del año se escribió arriba del escenario. Gerónimo Rauch vivió un ciclo especialmente significativo: cerró su etapa en El Fantasma de la Ópera en España, presentó Cinema All In en Buenos Aires con todas las funciones agotadas y fue elegido como Jean Valjean para Les Misérables: The Arena Spectacular, un tour internacional que lo llevó a Japón, China y próximamente a Filipinas y Singapur.
Su presentación en Shanghái, donde compartió un momento histórico con Alfie Boe, lo reafirmó como una de las voces de referencia del teatro musical mundial. Paralelamente, la publicación de Chapter One en Inglés y japonés amplió su presencia en mercados asiáticos, un territorio clave para su evolución artística.
Chabuco, por su parte, consolidó un año de enorme crecimiento internacional. La presentación en Colombia de Chabuco Tango en Vivo —grabado en Buenos Aires— llevó su propuesta a un nuevo nivel, conectando géneros y geografías con una naturalidad poco habitual. Entre giras por España y Colombia, y el desarrollo de su podcast (cuya segunda temporada verá la luz próximamente), el artista se posiciona como una voz latinoamericana con alcance global y sello propio.
Un ecosistema en movimiento: cuando la industria necesita nuevos modelos
Lo que este año ha revelado es que Larrosa está dejando de ser únicamente una compañía: se está convirtiendo en un ecosistema. Uno que aborda la música desde tres frentes simultáneos —la creación, la tecnología y la inversión—, y que entiende que el futuro de la industria dependerá de la capacidad de conectar esos mundos sin fricciones.
La presencia en medios internacionales, incluyendo el artículo dedicado a su fundador en Forbes Argentina, confirma el creciente interés por un modelo que apuesta por innovar sin perder de vista el impacto cultural y humano de la música.
Camino a 2026: hacia una industria musical más inteligente, más ética y más conectada
De cara al próximo año, Larrosa se prepara para acelerar su desarrollo de nuevas tecnologías, ampliar su red de alianzas globales y continuar profesionalizando los procesos creativos con herramientas que simplifican y potencian el trabajo de artistas, empresas y creadores.
El reto no es pequeño: anticipar cómo cambiará la industria y crear soluciones que estén listas antes de que el cambio ocurra. Pero Larrosa ya ha demostrado que no le teme a los desafíos. Al contrario: parece avanzar justo hacia ellos.








